La política social de Alfonso IX
Alfonso IX de León actuó muy vigorosamente para desarraigar la costumbre habitual del robo en los campos. Cada lugar tenía un juez regio, remunerado con cargo a las rentas del rey, primigeniamente por medio de las multas o caloñas, que eran ingresadas en el tesoro regio por el “maiordomus”; los señoríos laicos o eclesiásticos con inmunidad designaban a sus propios jueces; en los asuntos relativos al patrimonio regio, los merinos podían juzgar. Alfonso IX pretendía hacer de la monarquía un eje vertical para imponer el derecho.
La Curia Regia era el Tribunal Supremo del Rey de León y recibía todas las apelaciones. Las Curias “plenas” ejercían el “consilium” y las “restringidas” eran los tribunales de justicia. Alfonso IX es el creador de la Carta Magna de las libertades leonesas, para su reyno principal o de León (ciudades leonesas tales como Zamora, Toro, León y Salamanca entre otras) y el sufragáneo o de Galicia, que se plasmaba en el respeto al domicilio, a los útiles del trabajo, a las personas, a las propiedades, penas de “forfectura” para los que no acudían a declarar en un juicio, que para los nobles era equivalente al homicidio (500 sueldos), el poder ya no era puramente personal.