Iniciamos hoy la primera entrega de una impresionante monografía del Doctor José María manuel García-Osuna y Rodríguez sobre Alfonso IX de León.
La presente monografía se refiere a uno de los más eximios reyes del reyno del imperio leonés, del alto medioevo, se trata del zamorano Alfonso IX Fernández, último rey privativo del Reyno de León, personalidad paradójica, pero con tendencia hacia la genialidad en lo teórico, aunque lo pragmático no fuese siempre un triunfo, sobre todo por la “enemiga” de que estaba rodeado, desde una Portugal de Alfonso ii, antiguo feudo leonés, con cierto rencor explicable y, sobre todo, el antiguo condado dependiente, ahora reino de Castilla, regido por su primo carnal, Alfonso Viii Sánchez, casado con Leonor Plantagenêt (hermana del rey Ricardo i Corazón de León de Inglaterra), cuya finalidad era reducir el antiguo Reyno de León a una estructura decorativa. todo será en vano y Alfonso IX plasmará dos logros geniales: la universidad leonesa de Helmantika-Salamanca, y las cortes del año 1188, en León, curia regia en la que participarán, por primera vez, los ciudadanos elegidos por las ciudades, lo que la revolución Francesa definiría como el tercer estado; para finalizar conseguirá reconquistar y repoblar las ciudades de la Extremadura leonesa, tales como: Cáceres, Mérida y Badajoz. su hijo, Fernando III el Santo llevará la reconquista hasta Sevilla.
1. lA SUceSIóN leONeSA
“El regnum imperium legionensis o Reyno de León, concedió mayor reconocimiento legal a los intereses de sus distintas regiones (Condado de Castilla, territorium portucalense, Reinos de Oviedo, de Galicia y de Toledo y la Extremadura Leonesa, según diferentes épocas y dominios), ciudades (entre otras de mayor o menor enjundia, Zamora, Toro, Salamanca, Palencia, Valladolid, Benavente, Sahagún, Ciudad Rodrigo, Cáceres, Mérida, Compostela, etc.) y clases sociales que cualquier otro sistema de libertades locales en la Europa de la Alta Edad Media; el Reino de Castilla, según épocas y monarcas, fue todo lo contrario, y casi siempre fue a remolque de las libertades conquistadas en el Reyno de León” (Stanley G. payen. 1985).
“en argén, león contemplo, fuerte, purpúreo y triunphal, de veinte santos exemplo, donde está el único templo real y sacerdotal. tubo veinte y quatro reies, antes que castilla leyes; puso el fuero sin querellas, libertó las cien doncellas de las infernales greies”.
Según el cronicón conimbricense, la reina urraca adefónsez había dado a luz un niño, a la hora tercia (nueve de la mañana) del 15 de agosto de 1171 en la urbe leonesa de zamora. Bautizado en su catedral románico-bizantina, se le impuso el nombre de alfonso que era el de sus dos abuelos: alfonso Vii “el emperador” de león y alfonso i de portugal. en junio de 1175 su madre se retiró a un monasterio, obedeciendo, sus padres, las órdenes papales de negarles la dispensa por parentesco, tomando el hábito de la orden de san Juan de Jerusalén, pero se declaraba legítimo al hijo habido en el matrimonio, con título real asociado al trono. la crianza del infante leonés va a estar dirigida por maría ibáñez de salamanca y la pareja formada por adán martínez y maría díez de león. su nodriza le trató con mucho cariño y cuando murió, en el monasterio de carvajal, formuló un deseo en su hipogeo. “que Dios le dé sensatez e inteligencia para regir bien su reino y, después de su muerte, alcance el paraíso” (J. González.
1944). la nueva reina teresa pérez de traba no puso ninguna pega, ésta moriría en el año 1180 al nacer su hijo Fernando, que no llegaría a la madurez.
“en su niñez alfonso ix de león perdió la vista como consecuencia de una enfermedad mal curada. Fue con el rey Fernando ii de león, su padre, a san isidoro y uno de los canónigos, don martín, le lavó con agua milagrosa de la época del traslado de las reliquias y así recobró la visión” (lucas de tuy apud l. suárez Fernández, 1993).
antes de la disolución del matrimonio de sus padres, alfonso fue encomendado para su formación a dos vasallos poderosos, armengol de urgel y Juan arias casado con urraca Fernández de traba, ejercicios literarios, físicos y la caza como preparación para la guerra fue su bagaje de iniciación. en 1185 el rey Fernando ii de león se casó con su amante urraca lópez, hija de lope díaz de Haro, señor de Vizcaya. “urraca lópez le había prestado buen servicio al rey Fernando ii de león, con su cuerpo, sus castillos y sus hombres” (monasterio de sta. maría de meirá). previamente a la boda habían tenido un hijo, García, muerto en 1184 e inhumado en san isidoro de león como si fuese un infante regio; tendrían otro, sancho Fernández, eficaz colaborador en el reinado de su hermanastro alfonso ix Fernández de león. urraca lópez consiguió que el rey despojase a la ex-reina urraca adefónsez de la “tenencia” de Villafranca del Bierzo para dársela a ella. el ascenso de caballeros castellanos, parientes de la nueva reina, y la desaparición de personajes del antiguo gobierno, daba la impresión de que se estaba produciendo un auténtico golpe de estado del estado vecino de castilla. en el año 1187 los consejeros del infante alfonso decidieron que debía acercarse al reino de portugal, territorio materno, donde podría ser auxiliado si se le disputara la herencia. no cruzó la frontera porque el 22 de enero de 1188 falleció el rey Fernando adefónsez de león, “rex Hispaniae”, en la urbe leonesa de Benavente, su ciudad más preclara y que había recibido mayor protección y beneficios regios. “El rey Alfonso IX de León era de rostro noble, clemente, generoso, de gran fortaleza física, diestro en el manejo de las armas y muy firme en su fe católica (…) Su voz, cuando se enojaba, se asemejaba al rugido de un león. Al revestirse con las armas de guerra y montar a caballo, su gesto manifestaba más fortaleza de ánimo que ferocidad y ello pese a que sus movimientos fuesen bruscos. Nunca fue vencido en el campo de batalla, permaneciendo siempre victorioso en las guerras que sostuvo frente a cristianos y a sarracenos. Pero la extraordinaria fortaleza de que hacía gala no era incompatible con una gran clemencia, y ello, siempre que alguien fuera capaz de inclinarle al lado positivo, hacía que estuviese pronto a abandonar la ira y a ser misericordioso, olvidando los malos consejos que le hubieran infundido…” (lucas de tuy. “chronicon mundi”. iV. 1926). no hay que olvidar que el tudense nunca estuvo de acuerdo con que, tras Fernando iii “el santo, infante leonés, castilla (que había nacido de león) fuese por delante en las titulaciones regias. “Su obra es profundamente leonesista. Para El Tudense León podía mirar mucho más atrás que el resto de los reinos cristianos de Hispania (España y Portugal) a la hora de buscar las raíces de su existencia histórica. Por debajo del “Imperio hispánico y los cinco reinos” (león, castilla, navarra, portugal y aragón) del siglo xii, subyacen presupuestos que perduran, configurando la conciencia histórica de cada reino y en particular la del reyno de león, pues no sólo es la más antigua, salvedad hecha del primigenio Asturorum Regnum y Ovetao Regnum, sino la que hace aportaciones más profundas” (m. recuero astray. 1987). otros autores insisten en tres defectos importantes del rey de león, alfonso ix Fernández:
a) afición desmedida por las mujeres, dos uniones matrimoniales, disueltas por sentencia papal de consanguinidad ejercieron profunda huella en su vida. del primero con teresa de portugal, hija del rey sancho i de portugal, le nacieron las infantas sancha y dulce; y del segundo con Berenguela de castilla, hija de alfonso Viii de castilla y de leonor de castilla, nieta que lo fue de leonor de aquitania-Francia-inglaterra y sobrina de los reyes angevinos de inglaterra ricardo i plantagenet “corazón de león” y de Juan i “sin tierra” plantagenet, tuvo a Fernando iii “el santo” y a alfonso de molina, además de otros quince más habidos dentro y fuera de estos dos matrimonios.
b) tendencia a los accesos coléricos. c) Y a veces se dejaba arrastrar por difamaciones o calumnias sobre otras personas. alfonso reclama su herencia y comienza a titularse como rey. tras treinta años de esfuerzos denodados, el reyno de león ha definido claramente su identidad. la reina viuda urraca lópez trató de ocultar el cadáver del rey muerto, Fernando ii, para evitar que fuese enterrado en compostela, que era la última voluntad del monarca fallecido y que se iba a convertir en la exaltación regia de su hijastro, alfonso ix. el arzobispo de compostela, pedro suárez, era uno de los más fervientes defensores del nuevo monarca. alfonso ix rescató el cadáver de su padre y lo llevó a santiago de compostela. las nuevas leyes de su reinado serán el resultado de una deliberación participativa, el “consilium”, con los miembros de su reino, por lo tanto su monarquía estará lo más alejado posible del despotismo. león se va a adelantar a otros reinos europeos creando, con un esfuerzo gigantesco, libertades en normas de derecho territorial. alfonso ix va a acuñar monedas de oro copiándolas del morabitín almorávide con un peso de 3’88 g, y menor encarecimiento monetario con respecto al de los dobles dinares del almohade Yaqub de 4’72 g de peso. el rey Fernando ii había permitido la consolidación de algunos linajes nobiliarios, siete, que eran una fuerte contrapartida al poder social de los clérigos, muy poderosos en el reyno de león del final del alto medioevo. los últimos años de Fernando ii se habían caracterizado por: 1º) el despilfarro de las rentas, 2º) el empobrecimiento del tesoro regio y 3º) el aumento de los desórdenes sociales.
Alfonso-IX