VOCES del PAÍS LEONÉS-RICARDO CHAO
Conozcamos de primera mano, desde el respeto y el conocimiento, los sólidos argumentos por los cuales la mayoría de los leoneses y leonesas luchan pacíficamente día a día, sin descanso, hace cuatro décadas, por el reconocimiento de la autonomía leonesa. Me- rece la pena detener la lectura en lo mucho que tienen que decirnos, la comunicación es elemento clave para entender este contencioso identitario que no va contra nadie, sino que es una reacción de supervivencia como pueblo diferenciado, uno de nuestros pueblos milenarios de Iberia, referencia histórica de Europa.
Entrevista a Ricardo Chao Prieto– LLIÓN-LEÓN
Ricardo Chao Prieto (León, 1975) es licenciado en Historia y di-plomado en Biblioteconomía y Documentación. Es autor de las mono- grafías “Alfonso VI de León y su reino” (2010), “El Encargo del Rey: la crónica perdida del Reino de León” (2012) e “Historia de los reyes de León” (2017). Coautor de varias obras, como la “Guía de Monumentos de la Provincia de León” (publicada por la Diputación). Ha participado en la realización de varias exposiciones y documentales de temática histórica, y fue comisario de “Tormentaria: las máquinas de asedio de la Antigüedad al reino de León”. Desde 2005 mantiene el blog “Corazón de León” (http://corazonleon.blogspot.com), dedicado principalmente a la divulgación de la historia del reino leonés. Es profesor de Geografía e Historia de ESO y Bachillerato en el Colegio Nuestra Madre del Buen Consejo, y está trabajando en una tesis sobre la emblemática leonesa.
También ha participado en varios libros de relatos (alguno de ellos en leonés), y desde hace años lleva la sección de historia del Magazine hoy por hoy León en Cadena SER- Radio León.
Depende mucho de la época en que nos fijemos. En cualquier caso, su núcleo fue siempre el noroeste peninsular, la antigua Gallaecia romana, aunque casi siempre con esa puerta abierta al Este que fue el condado de Castilla. Es decir, tradicionalmente abarcaba Galicia, norte de Portugal, Asturias, la región leonesa y Castilla. Es bien sabido que el reino de León fue el padre de Portugal y también del reino de Castilla.
¿Defíname el Reino de León?, ¿qué territorios compren- día?
Entonces, ¿el Reino de León es la prolongación del Reino de Asturias?
Podríamos decir que es su continuación. En los comienzos delsiglo X no vieron ninguna ruptura en el hecho de que se trasladara la capital de Oviedo a León. Por aquel entonces ni siquiera había un nombre plenamente establecido para el reino, y lo importante era dónde estuviera el rey. Un tiempo después ya se comenzó a usar la denominación de reino de León, asignando el nombre de la capital a todo el territorio. Quizás hasta esto fuera otra herencia romana, ya que Roma aplicó el nombre de la Ciudad Eterna a todo su imperio.
Y León o el País Leonés, formado por las provincias actuales de León, Zamora y Salamanca, es una parte de ese reino, ¿cierto?
Por supuesto. Al irse expandiendo hacia el sur las actuales provincias de Zamora y Salamanca fueron las conquistas más lógicas, sobre todo teniendo en cuenta la Vía de la Plata, y la posición estratégica que suponían. Todo ello se reforzó con los enfrentamientos con Castilla y Portugal a partir de mediados del s. XII, ya que Zamora y Salamanca abrían el paso al sur, ante las amenazas de estrangulamiento que suponían los reinos vecinos.
Con la unión definitiva de las coronas de Castilla y León en el año 1230 ¿ambos reinos y pueblos se fusionan en uno?,
¿Qué ocurre con las instituciones leonesas?
Para comprobar que ambos pueblos no se fusionan solo hay que atender a los aspectos culturales, como el folklore, las lenguas, etc. Existe mucha mitología sobre esa unión de 1230, ya que ha sido muy propalada por la actual comunidad de Castilla y León. Los libros de texto suelen concluir con un lapidario “en 1230 se produjo la unión definitiva de los reinos de Castilla y León”, y lo presentan como un antecedente de la comunidad autónoma. Se olvidan, por supuesto, de que León, o más bien la Corona Leonesa, en aquel momento incluía a Galicia, Asturias y Extremadura. Y de paso también se olvidan de que Castilla era mucho más grande que las provincias de la actual autonomía, y que englobaba territorios de otras comunidades autónomas.
La unión no fue tan “definitiva” como se suele pintar, porque de 1296 a 1300 todavía hubo un rey independiente de toda la Corona Leonesa, Juan I, que fue reconocido como tal por los reyes de Portugal y de Aragón.
La Corona Leonesa siguió existiendo dentro de esa unión dinástica de 1230, y preservó sus fueros y leyes propias hasta el Ordenamiento de Alcalá, en 1348. Más o menos en ese mismo momento también se dejaron de celebrar por separado las Cortes de León y las de Castilla, que en muchas ocasiones se realizaban en la misma ciudad, pero en reuniones diferentes.
Hubo instituciones propias del reino de León, como el Adelantamiento, que perduraron más de medio milenio. Incluso la Corona Leonesa puede percibirse en la organización eclesiástica, y en el surgimiento de las Hermandades Concejiles de León y Ga- licia. Otra cosa diferente es que todos los territorios de esa Corona sufran un olvido por parte de la monarquía, y que queden como una especie de periferia del poder central emanado desde Castilla.
¿Cuáles son los motivos por los cuales haya leoneses, sobre todo en Zamora y Salamanca, que se consideren castellanos?, ¿se ha manipulado la historia?
Es el peso de una manipulación histórica que lleva funcionando siglos. Comenzó con las crónicas de las épocas de Fernando III y Alfonso X “el Sabio”, que quisieron acuñar una historia mítica de la Península en la que Castilla siempre había ocupado el espacio central. No tuvieron dudas en manipular el pasado, y en rebautizar como castellanos a los principales reyes leoneses. La cosa llegó al extremo de convencer a los zamoranos de que eran culpables por haber ofrecido resistencia frente a Sancho II durante el famoso Cerco. Castilla se convirtió en un elemento de prestigio (de allí eran el rey y las instituciones más importantes), y no hay que extrañarse de que las tierras leonesas, ante el peligro de caer en el olvido de la periferia, en algunas ocasiones se identificaran con esa gran Castilla informe. Pero siempre hubo gente opuesta a ello.
¿Qué relevancia histórica y cultural tienen Zamora y Salamanca para el País Leonés?
Es muy evidente en el caso de Zamora, que puede rastrearse incluso en la Edad Antigua, ya que en su mayor parte formaba parte del pueblo prerromano de los ástures, al igual que casi toda la provincia de León. La ciudad de Zamora se convirtió en una auténtica capital militar del reino, ya que de ella salieron muchas de las campañas militares dirigidas contra los musulmanes. Sala- manca se vincula a León en la Edad Media, con el proceso denominado “Reconquista”: al principio fue la “Extremadura” del reino, es decir, la frontera sur (lo de “Extremo Dorii” parece ser otro mito toponímico). Las ciudades salmantinas ocuparon un puesto de gran importancia tanto en las luchas contra los musulmanes como contra los vecinos portugueses y castellanos. Además, fue la ciudad de Salamanca la primera en contar con una Universidad (en aquella época “Estudio General”), fundada nada menos que por Alfonso IX de León. Se convertía así en la capital intelectual de la Corona Leonesa.
En cualquier caso, ya desde la Prehistoria existía un trasiego constante de gentes y ganados por la llamada Vía de la Plata (Calzada de Quinea o de Guinea en la Edad Media).
La relevancia cultural todavía es fácilmente comprobable hoy en día, con aspectos como el folklore, instrumentos musicales, artesanías, la lengua, etc. No hay nada como visitar el Museo Etnográfico de Castilla y León, en Zamora, y ver los fondos de las provincias de León, Zamora y Salamanca.
¿Quién fue Bellido Dolfos?, ¿qué peso histórico tuvo para el Reino de León?
Bellido Dolfos casi con seguridad fue un infanzón o hidalgo de la zona de Cea, en la provincia de León, que consiguió su fama asesinando al rey castellano Sancho II durante el Cerco de Za- mora en 1072. El debate está en cómo asesinó al rey, ya que hasta hace bien poco se aceptaba sin dudar la versión ofrecida por el romancero castellano. Esta afirma que Bellido había salido de la ciudad durante el Cerco, fingiendo ser un desertor, que se hizo amigo del rey Sancho, y que luego lo había matado por la espalda y a traición. La Historia Legionense (mal llamada “Silense”) y otras crónicas, más próximas a los hechos, relatan que fue una acción casi suicida de Bellido, que salió a lomos de caballo de la ciudad, como una exhalación, mató al rey en el centro de su campamento, y que con la misma velocidad pudo regresar a Zamora, donde lógicamente sería recibido como un héroe al poner punto final al asedio enemigo. El problema fue que los cantares de gesta castellanos se acuñaron en la época en que León y Castilla eran enemigos acérrimos, y por lo tanto insistieron en poner como “los malos” a los leoneses y zamoranos. Lo consiguieron imponer como versión oficial, porque al final fue Castilla quien se llevó el gato al agua en 1230.
¿Díganos a qué se debió el cambio en diciembre de 2010 del nombre de la Puerta de la Traición por Portillo de la Lealtad?
Creo que se debe a un afortunado cambio en la autopercepción de los zamoranos; durante siglos han estado sometidos a la machacona versión castellana del Cerco de Zamora, en la que ellos jugaban el papel de antagonistas, y de colaboradores con Bellido Dolfos, al que los juglares y trovadores castellanos convirtieron en el arquetipo de traidor. Afortunadamente, hoy en día sabemos que las cosas ocurrieron de muy diferente manera (por ejemplo, en mi blog tengo una serie de artículos dedicados a este evento histórico), y es muy positivo que los ciudadanos de Zamora decidieran quitarse de encima ese antiguo sambenito.
Hay tres Extremaduras: la leonesa, la castellana y la portuguesa. Háblenos de la Extremadura leonesa, de lo que le une cultural e históricamente al Reino de León.
Hay una Extremadura más: la aragonesa, que es precisamente la que desmonta todo el discurso de que la palabra significa “ex- tremis Dorii”, es decir, las tierras del extremo del Duero. Todavía hay zonas donde se denomina “extremadura” al límite más lejano de una finca, y parece que ese era el significado en la Edad Media.
En el caso leonés, la primera Extremadura fue Salamanca, aun- que con el cruce del Sistema Central el nombre pasaría a denominar a la actual Extremadura. Extremadura mantiene vínculos culturales comunes con León, Zamora, Salamanca y Huelva, tanto en la música, como en el folklore, e incluso en aspectos lingüísticos. Otra cosa es que no se quiera ver más allá de los límites provinciales y autonómicos, pero esa relación es innegable.
El estado de las autonomías supuso la desmembración de Castilla; en el norte Cantabria y La Rioja, y por el sur Madrid, se constituyeron en comunidades autónomas uniprovinciales. Y lo que quedó de Castilla la Vieja fue unida a León. ¿Cómo se llevó a cabo las nupcias vistas desde el País Leonés?, ¿fue una ceremonia consensuada democrática- mente, con la aprobación mayoritaria del pueblo leonés, o fue un matrimonio impuesto?
Fue algo impuesto y construido desde arriba, en la más rancia tradición tardofranquista; no olvidemos que el artífice de esta forzada unión fue Rodolfo Martín Villa, ministro de UCD pero que ya había sido ministro durante el franquismo. En el caso de Castilla, las provincias que se escaparon lo hicieron porque se unieron la voluntad política y, creo, la popular: León lo intentó, pero sus políticos no estuvieron a la altura.
¿Qué ha supuesto para la cultura leonesa la consolidación de esta autonomía?
Curiosamente, ha logrado sobrevivir. Y digo curiosamente por- que los palos en la rueda han sido y son continuos. Solo hay que pensar en lo ocurrido con la lucha leonesa, a la que se le ha ne- gado la posibilidad de disponer de una federación propia. Por ello esta supervivencia de la cultura leonesa no ha sido precisamente gracias a la administración autonómica, sino más bien a su pesar: han sido las asociaciones y los particulares los que han pujado con más fuerza por los pendones, la lucha, los mastines y careas, la lengua asturleonesa, etc. Tan solo ha habido apoyos económicos puntuales por algunos ayuntamientos y la Diputación. No quiero ni imaginar cómo sería la situación cultural de la región leonesa si esta hubiera dependido de una administración propia: de lo que estoy completamente seguro es de que ahora estaríamos mucho mejor.
En su opinión, ¿para qué sirve la Fundación Villalar?
Para demostrar que la autonomía de Castilla y León se ha querido erigir sobre una permanente adulteración de la historia. Recordemos que, en sus propias palabras “tiene como fin general fundacional el de acrecentar el sentimiento de pertenencia de los castellanos y leoneses a una Comunidad Autónoma con identidad propia en el marco de su Estatuto de Autonomía, el de extender por todo el territorio de la misma este sentimiento”. Esa “identidad propia”, saben que es inexistente, y se empeñaron en crearla a base de montañas de dinero público. No deja de ser irónico que el PP y sus adláteres pongan el grito en el cielo por las manipulaciones históricas en Cataluña, mientras hacen lo propio en esta comunidad autónoma.
En su día esta fundación fue denunciada y llevada a juicio por su tergiversación de la historia leonesa: sus abogados ganaron el juicio, pero la fundación se apresuró a cambiar los contenidos. Hoy en día se dedica a aspectos más bien sociales más que a identitarios, lo cual constituye una flagrante prueba de que ha sido un fracaso, pero en cualquier caso está siendo un fracaso muy caro. A pesar de las promesas de Ciudadanos de finiquitarla, ahí continúa, con un presupuesto de casi un millón de euros al año, y con unas cuentas opacas.
¿Considera que hay adoctrinamiento en las escuelas de Castilla y León cuando estudian la historia de la autonomía? Concrete casos, por favor.
Colaboré con varias asociaciones a la hora de denunciar los vergonzosos contenidos de los libros de texto de Castilla y León, que siguen plasmando mitos castellanos (como la supuesta independencia del condado de Castilla con Fernán González) y silenciando por completo la historia del reino de León. El Procurador del Común siempre nos dio la razón, e incluso una vez actuó de oficio (es decir, de motu proprio) porque comprobó que es la única comunidad autónoma que no supervisa los libros de texto. En cualquier caso, no deja de ser llamativo que los contenidos sean tan similares a los expuestos por la Fundación Villalar. Es una lástima que la Junta y las Consejerías de Cultura y Educación nunca hayan hecho caso de las recomendaciones y quejas del Procurador.
Un ejemplo es el libro de texto de Historia de España que usamos en las clases de segundo de Bachillerato: solo menciona al reino de León para decir que en 1230 se unió a Castilla. Tampoco hay que extrañarse, porque uno de los autores es Julio Valdeón, un historiador ya fallecido con vínculos muy estrechos con la Junta.
¿Se ha emprendido alguna acción legal ante la perseverante asimilación cultural con la cual la Junta de Castilla y León pretende hacer olvidar la historia, lengua y cultura del Reino de León para engullirlas en la castellana?
Como ya digo, se hizo en el caso de la Fundación Villalar, y también en el de los libros de texto. Ahora las quejas y denuncias sobre la desprotección del leonés han llegado al Consejo de Eu ropa, gracias a la infatigable labor de Nicolás Bartolomé y asociaciones como Faceira, Furmientu y El Teixu. El Consejo ha emitido varias y serias llamadas de atención en sucesivos informes, pero en cualquier caso la administración autonómica hace caso omiso.
Pese a la paulatina e intencionada castellanización del País Leonés, ¿qué rasgos genuinamente leoneses se mantienen aún vivos?
Los pendones, las mazcaradas, la lucha leonesa, los ramos, las lenguas minorizadas (aunque cada vez con menos hablantes), los instrumentos tradicionales y la música, etc. Muchos de estos rasgos son compartidos con regiones vecinas (o incluso muy alejadas), aunque curiosamente es en León donde han pervivido con más vitalidad. Una excepción sería la lengua asturleonesa, que se mantiene mejor en Asturias o Miranda do Douro.
¿Ha sufrido el País Leonés una castellanización de su toponimia a lo largo y ancho de su geografía? Pónganos ejemplos.
Totalmente. En las zonas de hablas asturleonesas y galegofalantes se han castellanizado los topónimos mayores, de tal forma que los nombres de los pueblos y demás localidades aparecen en castellano, a pesar de que todavía estén vivos los topónimos tradicionales. Es el caso de la comarca de Cabreira, castellanizado como La Cabrera; Trueitas, como Truchas; Quintaniella, como Quintanilla; Llouxadiella, como Losadilla; la comarca de L.laciana, como Laciana; Vil.laseca, como Villaseca, etc. La lista es sencilla- mente interminable. El Teixu está desarrollando una infatigable e impagable labor de registro de todos los topónimos tradicionales de las provincias de León y Zamora. Labor que en una autonomía normal deberían estar desarrollando las administraciones locales, provinciales y autonómicas. Tan solo en el municipio de Trueitas han recuperado esa toponimia y la han reflejado en cartelería y señalética bilingüe. Ojalá cunda el ejemplo por toda Cabreira, y por El Bierzo, Ancares, Forniella, Laciana…
¿Qué territorios incluidos en las provincias castellanas debieran de ser leonesas y cuáles castellanas en las leonesas?
No me atrevo a entrar en esas disquisiciones. Sé que los extremos más occidentales de Palencia y Valladolid se sentían leoneses hasta hace un tiempo, pero no sé cuál es el sentir actual. En mi opinión deberíamos atenernos a la división realizada por Javier de Burgos en 1833. Recientemente se ha desvelado que su división provincial es sorprendentemente coincidente con las regiones de Voronoi (donde los bordes de cada polígono son equidistantes a dos capitales, o dicho de otro modo, cada punto está más cercano a su capital que a otras). Si Javier de Burgos lo hizo tan bien con la división provincial (ahí están las mismas provincias casi dos- cientos años después) ¿por qué no hacerle caso en la división regional que trazó en el mismo Decreto?
¿Ve posible a medio o largo plazo un referéndum en el País Leonés para constituirse en comunidad autónoma? Y si es así, ¿solo en la provincia de León o conjuntamente con Zamora y Salamanca?
Los referéndums por desgracia no encajan en la actual configuración del Estado: en España las decisiones siempre se han tomado desde arriba, sin tener en cuenta a los de abajo. Pero si esto cambiara algún día (que lo dudo), sí que me gustaría que se consultara a la ciudadanía de las tres provincias, tras un periodo de información y reflexión. No hay que tener miedo a la democracia.
Basándose en aspectos lingüísticos e históricos, ¿es partidario de una comunidad autónoma astur?, ¿de qué territorios estaría formada?
Desde luego sería una comunidad autónoma con más fundamentos históricos, etnográficos y culturales que la actual Castilla y León. Pero no creo que haya una masa social suficiente que demande esa comunidad en ninguno de los dos lados de la Cordillera… La personalidad propia de Asturias está tan marcada que no creo que ocurra jamás. En caso de que se conformara imagino que los límites serían los de la antigua Asturia.
Lo que no descarto es que en el futuro se plantee la idea de agrupar varias de las actuales comunidades autónomas. Y en ese caso no me extrañaría que la región leonesa quedara englobada con Asturias… y con Galicia. Sería un regreso al núcleo de la Corona Leonesa: sería como volver dar la razón a la historia medieval. Pero estoy divagando…
¿Qué hecho histórico leonés destaca sobre los demás?, díganos uno que nos sorprenda por lo desconocido y a la vez por su peso relevante.
Quizás por desconocido elegiría la coronación del infante don Juan en 1296 como rey de León, Galicia y Sevilla. No es que sea especialmente trascendente, porque fue una aventura nobiliaria que duró solo cuatro años, pero es un claro ejemplo de que la unión de León y de Castilla de 1230 estuvo prendida con alfileres durante mucho tiempo. Hay más ejemplos de ello, como las hermandades concejiles de Galicia y León de los siglos XIII y XIV.
¿A qué se debe asociar a los comuneros, entre ellos el salmantino Francisco Maldonado, con Castilla?
A que pertenecían a la Corona de Castilla, que en aquella época abarcaba Galicia, Asturias, León, Extremadura, Castilla pro- piamente dicha, Andalucía, Murcia, la mayor parte del actual País Vasco… También hubo comuneros en Extremadura, Murcia y Andalucía, por ejemplo.
¿El País Leonés fue comunero?
Fue un movimiento que abarcó casi toda la Corona de Cas tilla, independientemente de los territorios que la componían. Aquí hubo comuneros, como en otros muchos sitios, y al principio triunfaron en las principales ciudades leonesas.
Proponga tres fechas para el Día del País Leonés.
Sabemos que en el mes de abril de 1188 tuvieron lugar las primeras Cortes, pero desconocemos el día. Como lo importante es el hecho en sí, habría que escoger un día concreto de ese mes para festejarlo.
Otra fecha interesante, aunque violenta, sería el 6 de octubre, aniversario del asesinato de Sancho II por Bellido Dolfos en Zamora, porque podría usarse como símbolo de la lucha por la libertad.
Otra fecha que se me ocurre es el 30 de noviembre, aniversario del Decreto de Javier de Burgos por el que se crearon las provincias y las regiones españolas, y, por lo tanto, fecha en la que surge el País o Región de León tal y como es hoy en día.
Pero sin duda la fecha ideal será la del día en que León alcance su autonomía…
En 2013 la Unesco reconoce a León como la Cuna del Parlamentarismo europeo. Explíquenos brevemente en qué consiste este acontecimiento.
En algún momento de abril de 1188 el joven rey Alfonso IX convoca una Curia plena a la que sabemos que acuden por vez primera representantes de las ciudades. Es un hito, porque de- muestra la importancia que están cobrando las ciudades en ese momento. Pero sobre todo porque en Europa occidental era inédito que el rey auto limitase su poder, comprometiéndose a consultar los principales asuntos del reino con los representantes del clero, la nobleza y del pueblo llano. Por esta razón la UNESCO declaró a León “Cuna del Parlamentarismo”, gracias a la nunca suficientemente alabada iniciativa de Rogelio Blanco.